Cambiar nuestra cultura natal por una de amor, no es nada sencillo, debemos cambiar nuestra manera de pensar, de ver el mundo, de comer, de ínter-actuar con los demás, de dormir, de despertar, simplemente debemos de modificar la manera de vivir. El proceso es continuo y permanente, no basta con cambiar algunas cosas, si no que de poco en poco, hay que cambiar todo lo que somos. Nunca podremos decir que ya somos perfectos, que ya cambiamos todo lo que había que cambiar porque en ese momento habremos caído en otra trampa del ego, siempre seremos impuros, imperfectos y estaremos siempre equivocados, pero también podemos ser cada día más consientes, más sabios y mejores seres humanos.
El cambio implica siempre un esfuerzo del alma, puesto que entre más fuerte seamos, más poderosas serán las trampas del ego.
Empieza a pensar en los demás, dedícales tu tiempo, tu dinero, tu conocimiento o tu poder, y cada vez comprenderás más. Cada uno tiene una manera distinta de acercarse al amor, por lo tanto, cada uno debe de encontrar su propio camino y luchar contra sus propios defectos. Sólo no tengas miedos de explorar, en el amor, sólo hay felicidad, si la encuentras en ninguna medida, no estás en el camino correcto.
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