xibalba

xibalba

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Panteísmo animista “Todo tiene alma, todos somos Dios”

Lo primero que debía de comprender de Dios para buscarlo como el dador de la felicidad, es que él es natural y todo lo que podemos saber de él también lo es. Nuestra comprensión del creador debe de estar guardada en nuestro subconsciente, y debe aflorar en forma de corazonadas. No podemos buscarlo en la materia o en la imaginación, no podemos pensar acerca de él y construirlo con la lógica, la única forma de buscar a Dios es con el corazón.
Investigué diferentes corrientes filosóficas respecto a Dios, el cristianismo, judaísmo, budismo, hinduismo, gnosticismo, entre algunas, y ninguna me convencía, porque en todas hay ritual y dogmas. Yo estoy en contra de los dogmas porque éstos se imponen y el conocimiento de Dios debe ser espontaneo y universal. No debe haber razón de contradicción respecto a Dios porque estamos hablando de un ser único y de él sólo hay una versión que puede ser verdadera.
Mi búsqueda me llevó a pensar que el Dios más esencial y verdadero que surge de la misma naturaleza humana debía ser el más primitivo.  Conocí entonces el Animismo, la corriente de pensamiento en la que a todo se le atribuye un alma, incluyendo ríos, rocas, montañas, animales y plantas. Dentro de ésta hay varias corrientes, yo distingo dos principales, el hecho de que todas las almas deban ser veneradas y el hecho de que todas las almas somos iguales.
En mi opinión la veneración está relacionada al ego, a la necesidad de un personaje de ser inmortalizado y por tanto un deseo estrechamente relacionado al poder. Por lo tanto mi atención está en el animismo en el que todos en la naturaleza somos semejantes, somos hermanos y no existen jerarquías, sólo amor y fraternidad entre todos los seres vivos e inertes del universo. Ésta postura es muy beneficiosa para el ser humano, porque siembra las bases del derecho natural y por tanto de los derechos humanos universales, la filantropía, la hipótesis de Gaia y desemboca en una variante de la reencarnación, al sugerir la conservación y transmutación del alma.
Tengo la corazonada que el animismo es un camino correcto para buscar a Dios. Respeto el iusnaturalismo como base de los derechos humanos y la ética, pero lo comprendo con un enfoque animista. Estoy a favor de la filantropía y el amor incondicional al prójimo, a los animales y a la naturaleza. Comprendo la hipótesis de Gaia y la complemento creyendo que el planeta tierra es un ser con alma, vida propia, derechos universales y merecedor de amor.
El animismo sin embargo no es una creencia respecto a Dios, y la comprensión de ésta entidad desde un enfoque animista podría ser descrita, en mi opinión, de dos maneras, en la primera todos las almas son creadas por Dios o en la segunda, Dios es la unión de todos las almas. Considero que la creación como tal es un suceso del imaginario humano. La idea de un principio y un final es una percepción cultural. Por lo tanto no existe una creación, las cosas simplemente existen. Por lo anterior considero correcto que Dios es la unión de todas las almas, cada una se puede distinguir de las demás pero sigue siendo parte de un solo ente. Esta idea está muy ligada al pensamiento Panteísta, que significa “Dios es todo”, la diferencia entre éste y el Panteísta animista al que mis corazonadas han guiado, radica en que cada entidad tiene una pseudo-identidad.
¿Por qué él ser humano no se siente parte de Dios? Es decir si todo está conectado. Posiblemente sea porque el ser humano es un ser diferente a cualquier otro. El ser humano es el único ser que desde nuestra perspectiva humana, puede verse a sí mismo, al mundo que lo rodea y saber que ambos existen, puede nombrar las cosas, conocerlas y co-crear maquinas con ellas. Es lógico entonces que el hecho de que el ser humano tenga conciencia deba estar ligado al motivo por el cual su lazo de conexión con una conciencia universal es débil. En otras palabras, los seres vivos e inertes carecen de libre albedrío porque están fuertemente ligados a la conciencia divina, nosotros tenemos una gran capacidad de decidir, de pensar con libertad y de actuar con la misma, porque nuestro lazo es más débil.
La felicidad está estrechamente ligada con el amor, al ayudar a las personas, al ver al medio que te rodea como un lugar con alma, se crea una armonía con el mundo que supera la depresión, la incomprensión y la obsesión. La idea de visualizarnos como hermanos del mundo, como semejantes de los seres vivos y los demás seres humanos, destruye al ego y el sufrimiento que arrastra.
La idea del placer, la alegría y la libertad como algo natural y un derecho divino, rompe con el morbo, la perversión, los deseos reprimidos y permiten la autoexploración de la naturaleza humana, se acepta la exploración y la experimentación como algo humano, y se rompen los paradigmas de la prohibición y la ética. Esto aunado al amor al prójimo y al medio ambiente, constituye una nueva ética, divina, absoluta y regida por la naturaleza humana del amor.
El gran problema del animismo en tiempos actuales es su implementación a una sociedad occidentalizada y globalizada, dependiente de la explotación del mismo ser humano y de la aniquilación del medio ambiente. Nuestra sociedad está enferma, existe miseria, poder, contaminación, anomia social, psicosis,  crisis de valores, crisis ambientales, guerra y muchísimo sufrimiento en todas sus maneras. El panteísmo animista nos lleva siempre a la salud física, mental y la felicidad, pero niega las bases de la sociedad moderna, y exige su total destrucción.


No hay comentarios:

Publicar un comentario