La destrucción, la derrota, los finales, y muchas otras cosas que disgustan a los hombres, están diseñadas para mostrarnos que no debemos aferrarnos a la vida y a lo material, sin ellos los hombres caerían en cánceres interminables que lo alejarían de su propósito y del plan de Dios. No sufras, agradece la enseñanza y sigue adelante, aprende a ser feliz sin atarte al mundo.

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