Los sentimientos explotan dentro de mí como el retumbar de cañones sobre mis murallas; Me invade el dolor, la ira, el odio, el amor, la lujuria y la alegría a la vez y mi mente se pierde de la realidad al caer en ella. ¿Cómo pude pensar que no estaba vivo?; el ser que soy se encarna y siente el calor del mundo a la vez que mi alma se desprende y flota por los más lejanas esperanzas y deseos.
Es inexplicable el encuentro que mi alma y mi cuerpo me forman cuando hacen el amor el uno con la otra; ¡Que inmensa es mi fuerza! ¿Cuán grande será ahora la fuerza de mi ser?... Y mi diablo me dice que me deje caer del cielo, que la tierra me va a saciar; Pero cuantas veces me he tirado al mundo para que jamás me haya sentido saciado, nunca lo hecho. Y lo deseo.
Puedo dejar de sentir deseo, pero me derrito por saciarlo en vez de bloquearlo. ¿Cuál es más poderoso? ¿Mi carne o mi alma?; luchan y luchan para nunca terminar y mi vida se desgasta con su conflicto; esto es terrible ¡Estoy vivo! Y mientras vivas existirá el deseo ¡Amén al deseo! ¡Amén a la vida! Pero renuncio al mundo y me sigo muriendo.
Carlos Omar Gellida Coutiño
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