Si tu Dios no te acompaña, te cuida y te ama como una madre, no es El Verdadero Dios, si no puedes sentir su presencia en tu corazón y compartir tus sentimientos, darte consuelo y ánimos, debes comenzar a buscar a Dios porque has estado equivocado.
Pídele al Dios de la vida, que te conceda sabiduría para encontrar la paz, a aprender a amar a éste ser tan prodigioso y bello que hace vibrar la luz de nuestra alma y que es la fuente de todo lo dichoso y juvenil, y la morada de los muertos que encontraron la sabiduría y que sirvieron a sus propósitos de unidad para la humanidad.
Cuidado con los falsos dioses que conceden poder, dinero o pasión, porque son falsos y débiles al lado de la inmensidad de nuestro padre
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